jueves, 26 de febrero de 2015

THE NEW ECO-ARCHITECTURE

THE NEW ECO-ARCHITECTURE 
Alternatives from the Modern Movement 
PORTEOUS, Colin

Capítulo 1: 1927- A Chronological Milestone (1927- Un hito Cronológico)

Colin Porteous nos dice que para empezar a hacer su análisis de la arquitectura moderna debe primero establecer un punto de partida. Ese punto seria el año 1927 por presentar la primera publicación en inglés de “Towards a new Architecture” de Le Corbusier, así como la construcción de la “Stein house” en Garches. También ha sido el año de la exposición de Weissenhofsiedlung en Stuttgard y de la apertura del departamento de arquitectura en la Bauhaus, entre otras cosas. En la exposición de Weissenhofsiedlung, Doesburg dice:

“Every material has its own energy force, and the challenge is to enhance this energy force to its máximum by proper application(…) The correct, logical use of the modern materials will cause the new form of architecture to emerge quite involuntarily.”[1]

Es decir el año de 1927 es un año donde diversos factores actuaron al mismo tiempo, haciendo de él un buen punto de partida para el inicio de su análisis.
Porteous empieza su análisis al decir algunos de los problemas generales que la arquitectura generadora del “estilo internacional” presentada en la exposición de 1927 tenía. Según él, uno de los puntos débiles era el punto de encuentro de los elementos verticales con los horizontales. La gran presencia de proyecciones de elementos horizontales y verticales, aunque posean una función estética y un objetivo práctico como proteger la fachada del agua o servir de antepecho (por ejemplo), poseen el inconveniente de tener en sus terminaciones un punto vulnerable.
Otro problema seria las diferentes camadas de materiales utilizadas en el interior y exterior de las construcciones. A pesar del reconocimiento que “malas construcciones llevan a malas superficies” Doesburg y otros arquitectos en 1927 estaban preocupados demasiadamente en lo que es visible, buscando así una paridad estética entre el interior y exterior de sus construcciones. Por lo tanto, papeles de pared que antes solían ser utilizados como revestimientos interiores fueron substituidos por yeso pintado y el estuco liso pasó a ser más utilizado que las piedras, ladrillos, madera y otros en el exterior. El principal problema de añadir más materiales en el acabamiento es que la diferencia entre las propiedades termales entre ellos puede resultar en un colapso.
Esa misma mezcla de materiales ha llevado muchos arquitectos modernistas a buscaren la delgadez de sus construcciones. Delgadez era asociado con ligereza y eficiencia y por lo tanto la construcción de una fina pared de hormigón armado posibilitaría un gran vacío y bastaba revestirla con un una fina camada de corcho, por ejemplo, para ofrecer protección y eficiencia termal que ella necesitaba. Pero ni todos hacían sus construcciones con la misma eficiencia constructiva o térmica, lo que sumado con los problemas dichos anteriormente hacía con que hubiese diferentes líneas de construcción y por consecuencia diferentes precios. Por eses problemas el “estilo internacional” de 1927 era más arriesgado que el tradicional. Riesgo es algo inevitable para un empresario que busca cambios radicales pero generalmente los inversores son conservadores, lo que hacía con que financiamientos de clientes particulares fuesen de inestimable valor para los primeros experimentos del Movimiento Moderno.
No bastando apenas las barreras financieras, pronto empezó a haber contradicciones ideologías donde ahí se destaca la figura de Frank Lloyd Wright. Para él la estética lisa del “estilo internacional” no tenía sentido, prefiriendo las texturas visibles de piedras, madera y ladrillos, y se tornando por lo tanto uno de los mayores opositores de este estilo. Parcialmente en reconocimiento del fallo constructivo de las superficies lisas, surgieron también estrellas europeas como Le Corbusier que empezó a explicitar los materiales y texturas y ha dado fuerza para la ideología “monomaterialista”.
Según Porteous , en líneas generales el movimiento se ha dividido en esas dos corrientes constructivas que siguieron parcialmente hasta los días de hoy, siendo la del uso de múltiplos materiales la que más ha crecido hasta entonces pero que debido a la creciente consciencia ecológica hoy el uso de solo uno material está volviendo a reafirmarse, como es posible de ver en el uso de las “paredes de tierra” en algunas construcciones actuales.
Por lo tanto, en su análisis final el autor dice que solo la observación de las construcciones hechas en los años veinte y treinta no van hacer con que los errores de hoy desaparezcan, pero pueden permitir con que haya una mejor interacción entre la ciencia y la arquitectura práctica a través de preguntas y la búsqueda de respuestas sobre esa época.
            Como ejemplo de cuestiones que pueden ser planteadas está la del uso de los materiales. Porteos se pone como un defensor de la construcción monomaterialista ya según él ella es una opción mucho más ecológica y sostenible pues no solo acabaría con el problema de las diferentes propriedades termales pero haría también con que su logística fuera mucho más sencilla ya que casi todos los componentes de la construcción podrían venir de un mismo proveedor, reduciendo así en muchos casos su complejidad, tiempo de construcción y gastos con los obreros.




[1] “Cada material tiene su propia energía y el desafío es mejorar esa energía hasta el máximo a través de la aplicación correcta de él (…) El correcto y lógico uso de los materiales modernos irán hacer con que la nueva forma de la arquitectura se enseñe involuntariamente.” (Traducción por el autor) COLIN, Porteous. The new eco-architecture. Página 3 Primero Apartado.

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