viernes, 6 de marzo de 2015

Filosofìa Ecològica


Publicado en 1990, el Contrato Natural Micheal Serres habla de la filosofia del derecho. Propone añadir al contrato social un nuevo contrato, uno natural. Lo mismo que existen los derechos humanos (siendo uno de los mayores logros de la humanidad) deberían existir los derechos del planeta.

    Se propone como objetivo último el descubrimiento de un lugar tercero, difícil de descubrir, cambiante sin duda en cada época, de donde se puede ver la razón científica y la razón jurídica, las leyes del mundo físico y las leyes políticas de los colectivos humanos, las reglas de la Naturaleza y las reglas de los Contratos. Nos pone muchos interrogativos pero que parten desde uno: ¿que pasa despues la muerte?

   Nosotros habemos cociencia de nuestra propia muerte y de la de alguien al que amamos, pero hay una tercera que naciò al final de la segunda guerra mundial: la muerte global, la muerte de la humanidad. Esta puede llegar o de repentemente por causa de un evento natural o nuclear; o más lenta, que derivará quizás de nuestras acciones propias, que dependen exclusivamente de nosotros, y debe contribuir a reorientarla; esta eventualidad atormenta y define nuestras preocupaciones: ¿que vamos hacer? Hay que prever un contrato.

   Nuestra vida depende de con-vivir juntos y comportarse globalmente por encima de la Tierra vista como una entidad. Calcando los siglos de la modernidad, Serres examina los origenes y las posibilidades de un contrato natural a travès de una meditaciòn sobre las bases de las leyes y de la ciencia. Sigue diciendo que la ciencia nos libra de los opresivos limites de la sociedad existente y que la nueva legislaciòn natural debe llevar ciencia y ley en un justo equilibrio.

   Serres nos recuerda que los recursos se agotan, con especial mención a los combustibles fósiles, de los que depende ahora mismo el sistema económico global; el acceso al agua cada vez se complica más. Química ecológica, industrias con cero desperdicios, ciclos de producción cerrada, desarrollo de energías renovables, protección de bosques, evitar la desaparición de gran cantidad de especies y la  destrucción de paisajes naturales,  no deberían ser utopías, necesitamos que sean realidades.

    Serres termina su reflexiòn repetendo la historia del contrato natural con una serie de parabolas: ve humanidade como una astronave que gracias a la ciencia y la tecnologia deja su raiz y encuentra un network de relaciones siempre mas fuerte pegandose a un mundo y luego otro mundo. Serres nos dive que comprendendo y viviendo el legame de violencia y amor que junta nuestro percurso en el espacio hacìa la astronave Madre Tierra. Como si la humanidad y el planeta fuéramos  una totalidad compleja físico-biológica-andrológica, viajando juntos por el espacio.



   Tenemos que proteger la Madre Tierra prácticamente igual que cuando protegemos un parque o una reserva natural, la única diferencia está en el tamaño, ahora sería todo el planeta el que debiera ser protegido y defendido. Esto significa un cambio de mentalidad, donde el ser humano no es el centre del universo con derecho de todo, sino que vive y meor con-vive sobre un planeta del que el es parte misma. Ya no es el dueño.

   Se debe entender la naturaleza como un regalo y no como algo que está a expensas de nuestros deseos.



Bibliografìa:

MICHEL SERRES,  El contrato natural. Pre-Textos: Valencia 1999.







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