jueves, 9 de abril de 2015

PROYECTO VIDVIDERO


Tras el conocimiento de Jerez y el análisis del proyecto Martadero, elaboro una estrategia de activación del Casco Histórico de Jerez que bautizo como Proyecto Vidvidero. Consiste en un análisis de los lugares, las personas y sus problemas, concluyendo en un proceso para su mejora.

Existen tres espacios dominantes en el casco histórico a mejorar que a su vez se dividen en diferentes usos, que mediante un programa social se convertirán en otros espacios para diferentes tipos de habitantes creando una diversidad en el lugar.

En primer lugar se detectan solares vacíos, estos espacios van a encargarse del ámbito de sostenibilidad ambiental. Se clasifican en solares de uso bodeguero desaparecido y en solares con otros usos. Para no perder la identidad de los solares los de uso bodeguero se destinan al cultivo de vid y los otros a huertos urbanos para los vecinos. De esto nacerían dos programas sociales a desarrollar; uno denominado Programa Cultivid (que se encargaría de la cesión de los solares a los vecinos para que cultiven sus propias frutas y hortalizas, así como los viñedos) y el otro sería el Programa de Prácticas de Universidad con especialidad en Química (este trataría de aprovechar los cultivos de vid y los talleres químicos, que se mencionarán más adelante,  para la elaboración de prácticas para universitarios que estudien la carrera de Química, desarrollando sus prácticas experimentando con el vino obtenido de los viñedos en los solares vacíos). Esto añade más sostenibilidad y más cuidado del medio ambiente en la conciencia de los habitantes del casco, en caso del programa cultivid. Y con el programa universitario añadiríamos más ideas, más conocimiento, más actividad y más jóvenes al lugar.

En el ámbito económico serían los edificios sin uso los que entran en acción, dividiéndose en los de uso residencial, bodegas en desuso y otros usos. Como las bodegas son espacios amplios con bastantes virtudes podrían ser cedidos y reutilizados como talleres químicos para los universitarios, como pasarelas de moda flamenca o escenarios flamencos. Los edificios de otros usos podrían cederse a los vecinos como talleres de costura, así como a habitantes de los alrededores, para que los vecinos tengan los medios de elaborar sus trajes de flamenca o las cofradías sus trajes de nazarenos. De la unión de esto, nacería el Programa de Arte Flamenco, donde se atraería a artistas locales como del exterior, modelos cantantes o bailaores, que aprovechando el taller de costura, los trajes de flamenca elaborados en este podrían ser exhibidos en las bodegas reconvertidas en pasarelas de modelo o en escenarios flamencos. Este programa aportaría más cultura, más arte, más diversidad y de nuevo más jóvenes.

Estos programas, van a atraer a una nueva población que podrían rehabitar las viviendas en desuso que se han clasificado, y que junto con los vecinos existentes producirían una nueva población. Y por tanto se desarrolla también en el ámbito de sostenibilidad ambiental en el espacio público existente que se encuentra en degradación. Dividimos en dos espacios calles y plazas para desarrollar distintos programas. Determinando  Programa La calle el zaguán de mi casa como método de apropiación del casco por los vecinos. Dotándolos de medios por la administración para adueñarse de sus calles y hacerlas parte de sus hogares, cediéndoles pintura para pintar sus fachadas, dotándoles de macetas al más puro estilo de calle andaluza, de las cuales ellos se encargarán de su cuidado, peatonalizando algunas de las calles para que los vecinos puedan sacar sus sillas a la calle para que se produzcan relaciones sociales entre vecinos. Y por último, las plazas determinándose como el hervidero social con el Programa Cohesión Social, con el que los vecinos se reunirán en sus plazas de un horario determinado por ellos mismos para discutir, proponer, enriquecer, mejorar, respetar y decidir sobre sus barrios con los nuevos habitantes que los programas anteriores atraen haciendo que exista una diversidad entre ellos y creen el nuevo barrio que quieren.

Mediante estos espacios clasificados y reactivados con sus programas, se creará una trama de relaciones entre ellos que hará del casco histórico un vividero de nuevo con actividades y productos propios de la identidad de Jerez, de ahí su nombre Proyecto Vidvidero.


Rocío Ocaña Reyes

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