viernes, 17 de abril de 2015

Reciclar el casco histórico de Jerez















En el estudio que realiza Salvador rueda en su libro “El urbanismo ecológico” sobre los ecosistemas urbanos, clasifica estos ecosistemas humanos según lo que él llama restrictores de comportamiento que definen lo que se puede y no se puede hacer en estos espacios, de esta forma una sala de conferencias es distinguible de un comedor porque en ella existe la restricción de esa acción en particular, pero no porque el espacio formalmente tenga vocación de serlo.


Estos restrictores los engloba en dos grandes grupos, los que aportan eficiencia al conjunto del sistema y los que lo hacen habitable. De esta forma, el análisis de cualquier barrio o ciudad podría ejecutarse mediante estos indicadores definidos por Salvador Rueda, en el que contempla aspectos que van desde la movilidad urbana hasta la compacidad y complejidad del caso de estudio, en este caso un centro histórico.

La intención final es llegar a la reactivación total del barrio a través de estrategias de corto, medio y largo plazo, aumentando en cada etapa de la planificación la complejidad e intensidad de las actuaciones sobre el centro histórico. Así, se plantea a partir de una primera iniciativa de bajo coste y mínimos recursos derivada del estudio de una situación particular en el casco norte de Sevilla, el Mercadillo del Jueves en la calle Feria, la introducción de dispositivos de creación de actividad, siendo un primer proyecto el diseño de esos dispositivos que serían piezas que permitieran el intercambio de productos como puntos de recogida en el centro histórico durante la mayor parte del tiempo y en determinados momentos podrían formar parte de una instalación mayor de compraventa de materiales de segunda mano.

Mediante la creación de un calendario en el que se organizasen acciones de este tipo en las zonas degradadas con posibilidad de acoger estos actos se pretende crear una conciencia sobre el lugar diferente a la que actualmente existe y resignificar el centro, poniendo de manifiesto y a la vista de la población la principal problemática del casco histórico.

El siguiente paso sería la asociación a estos lugares que han adquirido un significado de pertenencia una serie de locales comerciales y zonas de reunión para el barrio, de tal forma que la recuperación pudiese cimentar sobre una estructura sólida donde podrían organizarse actos de carácter cultural y de ocio representativos en Jerez.

Resulta interesante estudiar el concepto base de este mercadillo tradicional, que parte del intercambio de basura, o de lo que acostumbramos a llamar de esta forma, es decir, de productos que ya no nos son útiles y que normalmente desechamos y mediante este hecho se resignifica y se vuelve a poner en valor para que otros puedan reciclarlos. Aquí se intercambian objetos y productos de segunda mano, antigüedades e incluso objetos de coleccionismo.

El desarrollo de esta iniciativa se produciría a través de la obtención de permisos por parte del ayuntamiento para colocar estos puestos y posibilitar el corte de determinadas calles en reducidas franjas horarias como ocurre en Sevilla, donde los encargados de los puestos, deben abonar una cantidad de 10 euros mensuales para colocar su puesto todos los jueves en la calle Feria. También el desarrollo de una plataforma virtual donde se puedan gestionar el intercambio online de productos de segunda mano, pero asociado a un carácter de barrio y a una infraestructura física definida por los puntos de intercambio.

Bibliografía:
- Las tres ecologías - Félix Guattari
- El urbanismo ecológico - Salvador Rueda

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