¿Por qué urbanismo ecológico?
¿Por qué ahora?
Mohsen Mostafavi
El mundo del siglo XXI se
queda en completa transición, el crecimiento de las ciudades fueron tan grande
cómo el desarrollo de las nuevas tecnologías, mientras eso antiguas economías
estables están ahora en crisis. La población mundial todavía sigue creciendo y
el consumo tampoco disminuye, en verdad es que la migración de zonas rurales a
las urbanas aún es constante. Eso todo genera una explotación de los recursos
limitados de lo planeta. Así, las ciudades acaban por sufrir duras
consecuencias por este modo de desarrollo insostenible y desenfrenado. En este
contexto aún hay mucho escepticismo con relación a alternativas para un
urbanismo más ecológico y también cuanto al diseño sostenible.
Al principio se parece un
oxímoron tratar de conceptos de ecología en la ciudad, es decir, ¿Cómo puede la
ciudad, un sistema consumista de recursos de todos los tipos, caminar no en
paralelo, ni cruzándose, y sí en la misma línea con el pensamiento ecológico?
Esta es la complexidad de lo pensamiento del urbanismo ecológico, buscar
respuestas y todavía que sean practicable, es lo que intenta él.
A empezar por la escala de
intervención que se debe pensar y tomar como problema. Ya hace un tiempo existe
la preocupación con respecto a eficiencia de los edificios, hasta mismo
cualificación por medio de certificados, por ejemplo el LEED. Pero, el error
está en la escala de la intención, de la preocupación, no se puede preocuparse
solamente con la escala edificio, no. Tenemos que evolucionar esta mirada a los
aspectos de la ciudad, de la región teniendo en cuenta aspectos sociales,
políticos, económicos y medioambientales. Así, que se crie un urbanismo que
también valore y relacione el valor cualitativo das cosas, no solamente el
cuantitativo.
“¿Pero
tenemos acaso alguna capacidad para intervenir en los recursos que nuestras
ciudades tienen que ofrecer? ¿Cuáles son las pautas para evaluar el impacto que
un edificio tiene en la ciudad, no solo en función de su apariencia estética,
sino también de su comportamiento ético?”
Mohsen
Mostafavi.
Al cuestionarse sobre este aspecto de la capacidad de
intervención y que pautas tenemos que elegir, el autor transmite o que es tan
importante para mí en esta corriente del urbanismo, que es necesario ter en
cuenta que el bien estar del individuo y del grupo es una relación de
dependencia de ambos. Esto se parece demasiado claro, pero, que a partir de eso
debemos intentar crear una nueva forma de imaginar este dicho diseño, esta
imaginación creativa que tiene capacidad de solucionar, pensar y discutir soluciones.
El urbanismo ecológico intenta así traer de vuelta
aspectos generales de la vida en grupo son ellos la colaboración, la organización
social más efectiva, una integración de los individuos. Sin embargo reformular
lo que se entiende como “urbanismo” y “diseño urbano”. De modo que “… el
urbanismo ecológico sea una práctica que utiliza una multiplicidad de métodos,
herramientas y técnicas, tanto antiguos como nuevos, en un marco
interdisciplinario y colaborativo en relación con el urbanismo, pero
desarrollado a través de la lente de la ecología. Estas prácticas deben
dirigirse a la adaptación de las condiciones urbanas presentes, así como a los
planes para nuestras ciudades futuras” (MOSTAFAVI, Mohsen. Pg 26.)
Otra dificultad que se puede encontrar en la formulación
de un urbanismo ecológico es conseguir aislar cada punto a ser discutido y
pensado, al mismo tiempo que se hace necesario la existencia de un
multidisciplinario de conocimientos y acciones. Y al fin tomarse estrategias
que sean en variadas escalas y sintéticas cuanto a la tomada de decisiones.
El autor también cita Branzi que sin duda alguna
contribuye para el entendimiento de este nuevo urbanismo que esta por formarse.
Según Branzi, esta nueva mirada del urbanismo debe pretender ter una capacidad
de reversibilidad, poseer un carácter provisional y de estar en constante
evolución, proponer también un modelo que tenga más cohesión. Eso es decir, que
las intervenciones tengan una mirada al futuro, que sean capaces de
evolucionaren de acordó con el tiempo, con las nuevas necesidades que puedan
surgir, y también en un estado coheso, no sólo en una escala del barrio o la
ciudad si no en una región.
Esta nueva mirada de urbanismo debe valorar puntos de
cuestiones cómo la densidad, tanto en ciudades asiáticas que sufren con un
crecimiento desenfrenado de sus metrópolis que demuestran la incapacidad actual
de solucionar este problema por medios ultrapasados de intervenciones
urbanísticas, también ciudades cuya densidad se estaciona y necesita de planos
estratégicos muy diferentes. O sea, densidad, adaptación, flexibilidad,
movilidad, comunicación nos más diferentes casos por todo el mundo es uno de
los objetivos, que no es fácil, del pensamiento urbano actual.
Por fin, la idea que se
concluye el texto es curiosa y muy interesante que es “el desacuerdo”. Pero, el
descuerdo no cómo desestabilidad o desentendimiento si no cómo una forma de ser
relista, pues, sabemos que mejor do que intentar tomar decisiones dichas
imparciales, entretanto que contienen sí valores y intenciones. Intentar crear
espacios públicos que sean dinámicos e agónicos, este debe ser un objetivo a
buscarse si en verdad lo que intentamos es una verdadera democracia en este
nuevo urbanismo. Así, lo que se entiende por esta nueva vertiente del urbanismo
es que las soluciones no son simples, o mismo crear edificios más eficientes
energéticos, no. Es trabajar en una escala que amplía el pensamiento, que reeduca las relaciones
urbanas, y al fin, generar soluciones concretas que trabajen o ahora sin
olvidarse de ser flexible al futuro.
Urbanismo Ecológico. Havard University Graduate School of Desing/ Lars Müller Publishers, Cambridge (Mass.)/Baden,2010.
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